La tos ferina se está extendiendo ampliamente por toda la región este invierno. El mes pasado hubo 6 veces más casos en los EE. UU. que hace un año.
La tos ferina es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa que causa tos persistente. Cualquier persona de cualquier edad puede contraerla, aunque es más común entre los niños en edad escolar.
Puede ser especialmente dañina para los niños pequeños, en particular aquellos que son demasiado pequeños para ser vacunados.
En el caso de bebés y niños que no han sido completamente vacunados, se debe consultar a un proveedor médico si presentan síntomas o han estado expuestos a alguien con tos ferina o tos crónica.
Síntomas:
- Se propaga a través de la tos o los estornudos.
- Comienza como un resfriado, luego la tos empeora y se tienen ataques de tos incontrolables.
- Al respirar se escucha un sonido similar a un “silbido” y, a veces, hay vómitos.
- Puede durar varias semanas o meses mientras los pulmones se curan.
Es importante tratar la tos ferina de manera temprana, antes de que comiencen los ataques de tos. Cualquier persona que haya estado expuesta a la enfermedad y presente algunos síntomas, debe consultar a un proveedor médico.
Tratamiento:
- Los antibióticos tratan la enfermedad y reducen el contagio.
- Tome los antibióticos exactamente según la receta.
- Elimine los factores desencadenantes de la tos, como humo, polvo y vapores químicos.
- Use un humidificador de vapor frío para aflojar la mucosidad y aliviar la tos.
- Coma comidas pequeñas cada par horas para ayudar a prevenir los vómitos.
- Consuma muchos líquidos: agua, jugos, frutas.
- Quédese en casa durante los 5 días de tratamiento con antibióticos (o 3 semanas después del inicio de la tos) hasta que ya no sea contagioso.
La vacunación es la mejor manera de prevenir la tos ferina. Forma parte de las vacunas infantiles recomendadas, y se aconseja una dosis de refuerzo para los adolescentes y adultos.
“La vacilación sobre las vacunas y el aumento de niños no vacunados han provocado este brote de tos ferina”, dice el pediatra Ben Flannery, MD. “Lo más importante para detener este brote y prevenir brotes futuros es que los niños reciban las vacunas recomendadas”.
Fuentes: Departamento de Salud de Minnesota, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Academia Estadounidense de Pediatría